Verma Rodríguez es una cordobesa que creció en Mallorca. Ha vivido en Madrid y Barcelona, donde residió la última década. Hace 10 años el Tantra llegó a ella y ha ido transformando su vida por completo. Lleva años estudiando y formándose en Tantra, Rebirthing, Codependencia Emocional y Niño Interior, Psicoterapia Transpersonal, Terapia Regresiva, Reiki y diferentes tipos de masaje. Esto le permite tener una visión más holística de los problemas que padece un ser humano.
Kurma me enseñó que el Tantra no solo son miradas amorosas, lentitud y gozo. Me invitó a entrar en el dolor, en lo que me incomodaba, en aquello a lo que me resistía, a mirar los condicionamientos, los juicios y las creencias que tenía sobre lo que yo suponía que era Tantra o el masaje tántrico. Me guió para ir más allá de lo que mi mente consideraba moralmente correcto y me enseñó a romper las normas, a salir de la estructura, a estar totalmente presente en las sesiones y moverme y hacer por intuición, aunque moralmente no estuviera bien visto. Como dice Osho en una de sus charlas, el Tantra es amoral, lo que se supone que está bien o está mal lo inventó la iglesia, la sociedad, para poder juzgarte y culpabilizarte constantemente. Sin esa moralidad, sin esos condicionamientos, seríamos seres libres.
El Tantra te invita a ser consciente de toda esta educación condicionada a la que hemos sido expuestos desde niños y que marca nuestra forma de ser y nuestro carácter. Y te invita a darte cuenta de que hay algo más en ti, una esencia inmutable, que está esperándote. Esperando a que salgas de la mente, del ego, de tu enorme drama emocional y te encuentres con lo que SÍ eres realmente.
Hasta llegar a Kurma, yo era de las practicantes de Tantra que pensaban que todo giraba en torno a lo sexual. Y me enseñó que el Tantra, de lo que realmente habla, es de Libertad. La Libertad del Ser para ser, para amar y para gozar con totalidad más allá de toda estructura egoica.
Fue un gran aprendizaje para mí. Te invito a conocerme en mi web.